El año 2020 ha estado marcado por el impacto que el coronavirus y la COVID 19 han ejercido sobre el conjunto de la población mundial. Todavía recordamos aquella mañana de marzo (justo después de la segunda reunión de la Comisión de Referentes) en la que nuestras compañeras del Centro de Salud Alcantarilla – Sangonera nos comentaban su inquietud por la situación sanitaria que se estaba empezando a generar en todo el mundo debido al nuevo coronavirus.
Aquella misma tarde, la del 4 de marzo de 2020, continuábamos construyendo nuestro camino en Historias, dado que se celebró la primera reunión del Grupo Motor de la Investigación Acción Participativa que vertebra el trabajo a realizar en el barrio y daba inicio al proceso de diagnóstico participativo que se está desarrollando actualmente en el barrio. En este grupo participan tanto vecinos y vecinas del barrio, como personal técnico de instituciones y organizaciones de Historias.
Días después llegó lo que nadie esperaba o imaginaba. La situación de confinamiento supuso un fuerte impacto para el trabajo que desarrolla habitualmente la Concejalía de Bienestar Social, Familia y Mujer del Ayuntamiento de Alcantarilla y, ciertamente, durante unos meses tuvimos que dejar contar historias para poder atender adecuadamente las necesidades de la ciudad de Alcantarilla. No mentimos cuando decimos que fueron meses de duro trabajo y de emociones encontradas. Por ello, nos gustaría ofrecer nuestro cariño y apoyo a todas aquellas personas que han perdido a un ser querido a lo largo de todos estos meses debido a la COVID 19 y también a todos aquellos y aquellas que, actualmente, están sufriendo los efectos de la enfermedad desde sus casas o las camas de un hospital.
Esta “nueva realidad” ha supuesto un reto para Historias de Barrio por un motivo concreto: ¿cómo desarrollar un programa de estas características con las distintas medidas (muy necesarias, por cierto) de distanciamiento social? La reflexión en las distintas estructuras del programa fue clara: había que dar un salto al mundo virtual para no “cortar” procesos. Llevamos desde el mes de junio planteando acciones, reuniones y conversaciones en un entorno digital… Trabajamos y nos encontramos con Meet, Zoom o What’s App y también comenzamos a contar lo que hacemos en Twitter o Instagram. Cuando lo consideramos adecuado, oportuno y necesario convocamos alguna reunión presencial manteniendo y respetando todas las recomendaciones sanitarias y de prevención recogidas en la legislación vigente, aunque, como os comentábamos un poco más arriba, el grueso de la actividad se desarrolla en Internet. Todos los grupos que se han ido generando desde el inicio del programa que os comentábamos en la entrada anterior del blog, se mantienen activos en la actualidad, trabajando y desarrollando propuestas super interesantes que os iremos contando en sucesivas entradas.
Como os decíamos anteriormente ha sido un trabajo muy duro, pero, esa dificultad, nos ha dado pie a generar reflexiones muy interesantes y, claro, han aportado una perspectiva distinta a Historias de Barrio. Nos cuesta un poco no encontrarnos como antes, pero, por otro lado, tenemos una cosa clara: nuestro barrio nos necesita sanos y sanas y, como decía una de nuestras vecinas que participa en el Grupo Motor de la IAP: “Un barrio preventivo, jamás será vencido”.
Seguimos contado historias en próximas entradas. No olvidéis poneos la mascarilla y, aunque cueste, seguid las medidas de prevención. Con cariño y respeto os lo volvemos a recordar: el barrio os necesita sanas y sanos.
